Full Thread: La barra del bar
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Old June 30th, 2011 #24
arthas
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Originally Posted by Blanco. View Post
Sería muy importante ese artículo, sin duda. Espero que ES pueda mantener el nivel que NT nos ha regalado hasta ahora.

Yo no sé de dónde sale el concepto de nordifobia, aunque sé a lo que se refiere y por eso me parece que no es el término más apropiado para definir una realidad que va mucho más allá de una simple fobia a los nórdicos. De hecho creo que detrás de lo que entendemos por nordifobia no hay fobia alguna hacia éstos, sino, en todo caso, hacia lo que representan. Tiene que ver, más bien, con las tensiones generadas por un estado desvirtuado del racismo y el nacionalsocialismo.

Sólo hay que seguir un poco la evolución de las cosas para darse cuenta de lo que pasa. Aunque el nacionalsocialismo histórico y las primeras formas de racismo anglosajón fueron nordicistas, tanto el concepto de raza como el racismo en sí han tenido que adaptarse a las nuevas circustancias. Alemania no tuvo que enfrentarse a un problema grave de mestizaje y aún así se sentaron las bases de un pensamiento biologicista que iba mucho más alla del simple separatismo racial. Buscaron una definición precisa de la raza, catalogaron los distintos tipos, estudiaron la dimensión biológica del hombre, plantearon y llevaron a cabo medidas eugenésicas e incluso pusieron en marcha algo tan grande como Lebensborn. El racismo actual, incluso el racismo NS actual, tiene mucho del White Pride americano de cuando los italianos y los irlandeses no preocupaban tanto como los negros y, sobre todo, es un movimiento bastante autónomo históricamente porque es la primera vez que nos enfrentamos a una amenaza verdadera de desaparición debido a la inmigración masiva y a la casa de putas y subnormales en que se ha convertido el mundo; se ha tornado en una respuesta más en el plano identitario que en el racial -en el sentido último y profundo de este término-. Racismo de puertas para afuera e igualitarismo de puertas para adentro, es lo que toca.

La nueva dimensión del racismo ha atraído a gente con concepciones del mismo muy dispares, y por eso se producen las tensiones cuando aparece el fantasma del nordicismo, el mestizaje entre europeos, los juicios diferenciales de pueblos -en raza, cultura o carácter- o la eugenesia. En nuestras filas mucha gente procede del nacionalismo tradicional -no racista-, hay franquistas (que se empeñan en nazificar a un bastardo semita y semitizador, Franco) y de todo un poco. Muchos se contentan con no ver negros, sudacas y moros en las calles. La mayoría de ellos se han formado -nos hemos formado- con teorías racistas que han puesto especial interés en igualar racialmente a los europeos, que han quitado hierro al asunto del nordicismo nazi y que del superhumanismo, la eugenesia y la importancia de los genes ni han hablado. Quién no ha empezado en esto leyendo que la morisma que llegó a España eran cuatro gatos blancos y rubicundos, que los bereberes eran poco menos que puros suevos/vándalos/alanos/godos en el exilio y que antes del fatídico 711 no hubo mestizajes posibles porque Europa era un vergel donde los hiperbóreos ario-indoeuronórdicos se tostaban al sol hasta que terminaron por adquirir el aspecto y el espíritu del Fari. Se llegó a decir que ser español era la forma más auténtica de ser blanco, ¡los desdencientes de los primeros europeos!

Todo esto acerca a personas que no poseen un sentido profundo de la raza, gente cercana, más bien, al chauvinismo patriotero, a la xenofobia y al complejo de inferioridad. No hay idea aristocrática, no hay biologicismo, ni siquiera rigor teórico, interés científico o la más mínima capacidad de observación, olfato racial o sentido común.

¿Quién dijo que el nacionalsocialismo fuera exportable a España? Yo creo que habría que empezar por ahí.

Si ya es difícil que un hombre luche por lo que es, como para pedirle que luche por lo que no es. España, Expaña, Hispanistán, los pueblos que la componen o lo poco que quede de ella debe luchar por algo adaptado a sí misma. Los españoles no son, no quieren ser y nunca van a ser nórdicos y sólo van a luchar por lo que los españoles son -como mucho-. Los que tengamos interés por una Europa más nórdica, más pura, debemos comprender esto. Son otros tiempos y si entonces no se pudo, ahora menos. Cada hombre tiene su orgullo y lucha por algo a su imagen y semejanza. Que un hombre ponga a otro por delante suya es una gesta colosal, muy romántica, muy épica y muy apropiada si lo que se busca es un mundo mejor, pero no sucede habitualmente. Es normal que alguien sea X-fóbico en cuanto pones a X por encima de él. Se llama envidia, complejo de inferioridad o instinto de supervivencia, todo el mundo tiene que creerse el mejor, y esto es muy eficaz evolutivamente porque los que se han mirado con demasiada objetividad en el espejo y no se han gustado han terminado suicidándose, funcionamos así y no hay remedio.

Los nazis tienen que entender que el hombre es lo que es: un monillo erguido que se cree el ombligo del universo, y que eso de luchar por un mundo mejor, esforzándonos, sobre todo si hay que tocar lo que somos materialmente -la raza- no va con nosotros salvo cuando tenemos una zanahoria atada a un palo frente al hocico -cambiad zanahoria por Volkswagen Golf blanco con techo negro, iPhone, Mac o sexo y también vale-. El nacionalsocialismo no es lo que era y el racismo tampoco.

Hay que lidiar con la leirepajinización de las cosas nazis, al menos hasta que reviente todo. A estas alturas no podemos sorprendernos porque haya nordifóbicos, ¡en España! Aquellos que nos sentimos más seducidos por la verdad y por la búsqueda de la mejor forma de hacer las cosas que por una concepción superficial y oportunista del racismo, tenemos la ciencia.

Un saludo.
Te agradezco mucho la respuesta camarada, un saludo.
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Nacimos en un paraíso pero lo hemos convertido en un infierno